La Carta [El Camino del Exceso]

Blog sin pretenciones, crudo y en directo... No pidan más.

24.10.07

De Frío

Comenzó la semana y comenzó el frío. Y comenzaron las bombas. Físicas, académicas y emocionales. 3er parcial se acerca, junto a él proyectos finales y preparativos para exámenes. Pero no, no hay porque pensar en eso ahorita. No es necesario, demasiadas otras cosas suceden aquí y ahora. Empezó el frío.

Con él llegan un sin fin de cosas que me sería difícil enumararlas todas, pero haré mi mejor esfuerzo ya que la entrada anterior careció de todo estilo personal y de un buen modo que lo hiciera tan siquiera un mínimo de disfrutable, si es que así se le puede llamar a todo lo que aquí escribo.
Pero ese no era el caso, volvamos al punto, las sensaciones térmicas que traen las bajas temperaturas son al menos para mí, las más disfrutables que hay. Es cierto, se cumplen cabalmente las leyes de la termodinámica, a menor temperatura se requiere más trabajo para poder salir del reposo, y a la vez es más difícil extraer trabajo de un cuerpo a baja temperatura. Pero al mismo tiempo es más fácil recibir calor, energía y trabajo en grandes cantidades sin mucho esfuerzo. Eso es lo que trae el frío.

También carga con todo un paquete completo de sensaciones y emociones a distintos niveles. Es la época del año en que logro de nuevo disfrutar de tantas cosas otra vez, de recordar momentos pasados y de pretender divisar más claramente el futuro. El aroma del café y del chocolate caliente, cambiar la cerveza helada por un buen licor, whiskey en las rocas, cognac o una copa de vino tinto español. La música es algo que cambia en ligeramente en estas épocas, los hits del verano se empiezan a guardar y desempolvo los viejos clásicos de temporada y uno que otro nuevo álbum digno de ser escuchado en estos tiempos. Pink Floyd suena de nuevo, junto a algunas bandas indies como The Killers o Kashmir. El rock en español toma de nuevo esos matices invernales con Lucybell y Soda Stereo, resurgen las noches de bohemia y blues mezclando sensaciones junto a Depeche Mode, The Cure, Jumbo y Fito Páez. Y creo que este invierno disfrutaré como nunca las voces de Imogen Heap y The Cranberries, sin olvidarme jamás de Led Zeppelin, Héroes del Silencio y Joaquín Sabina.

Si no se dejara caer el estrés de la escuela podría disfrutar de muchas más cosas, un buen libro y un montón de películas. Pero películas de invierno, dramas y de terror son las indicadas con algunas cuántas comedias románticas que se pudieran colar por ahí. Las comidas también cambian, o al menos comienza a notarse la presencia de los caldos, sopas y cremas más seguido.
Pero lo más pesado que se carga el frío en estas épocas es la carga emocional. Año tras año la misma promesa, la nostalgia y la añoranza envician el aire helado y lo llenan de recuerdos y fantasías. Crecen las necesidades kinéticas al punto de causar ansia cual droga a un drogadicto. Es de las más fuertes sensaciones de otoño e invierno, y la única cura encontrada hasta hoy es o conseguirme a alguien o ser estúpidamente coqueto y caer con la que sea. Desgraciadamente la primera opción es igual a resolver un examen de termodinámica y la segunda... la segunda ya ni si quiera es opción. Al fin y al cabo siempre termino redescubriendo a razón de cada noviembre las bondades de la soledad, la firmeza y la entrañabilidad de pasar frío con uno mismo, viendo la luna llena al lado de una fogata, envuelto titiritando en mi chamarra verde olivo.

Pero corro el riesgo de mentir si no aclaro la espontaneidad de estas sensaciones. Sí, son recurrentes, pero espontáneas. La verdad es que llevo un año en trance, en estado de transición inestable. Sin embargo, es constante, claro y bien definido. Lo que no está establecido es el camino, y prefiero que no lo esté, jamás he preferido caminar sobre huellas de otros, aunque reconozco que algún tipo de dirección sería útil. Aún así, sé que se avecina una vez más la lluvia de recuerdos y fantasias.

No es tiempo de pensar, pues ya se ha dado un paso y no hay vuelta atrás. Ahora me detengo y volteo. Como siempre lo he dicho, es importante saber de dónde vienes para poder intentar voltear hacia adelante. La historia existe para contarse y no ser olvidada. Y claro, lo importante es hacerla. Pero hoy, que el frío comienza y comienza bien, es el momento justo para detenerse y dar las gracias antes de seguir adelante. No sé que me prepare esta temporada, en esta ocasión, con cada paso se abren nuevos caminos y esta vez no seré yo quien elija, el camino que he de tomar me invitará, después de este pequeño alto y no miraré hacia adelante a ver que viene, será hacia atrás para revisar lo sucedido, recordar por qué estoy donde estoy y armarme de valor de nuevo para salir y disfrutar de este frío. [norb]

1 comentario:

JacquelineB. dijo...

QUIERO IR A PARÍS.

qué puedo decir? nadamás está de que te vayas a mi blog, le piques a 'Diciembre' y buscas por ahí la entrada que escribí alguna veces que se llama "Mi Diciembre" y ahí encontrarás prácticamente el comment que te dejaría aquí de mis pensamientos y mi obsesión con este clima tan delicioso.

y es que nada ha cambiado desde entonces. me fascina tanto todo el nuevo contexto en el que entramos. por qué nos gusta? decimos que nos gusta sentir el frío, pero ahí andamos sacando bufandas y café para quitárnoslo. temblando de más para que nos abracen... precisamente por eso lo hacemos! y por eso nos gusta. es la perfecta excusa para el acurrucamiento, las ricas sensaciones de calor en la garganta, una sensación dulce en el pecho, y las puntas de los dedos frías frías.

ah, por fin... por fin el frío. qué delicia! vamos a hacernos gorditos todos! :D jijiji.

Él:

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Estudiante de Ingeniería Mecánica, asiduo de la música, el cine y la fotografía.

Tiempos Pasados Siempre Fueron Mejores

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