
Ha notado que al despedirse, entra, cierra la puerta y nunca mira atrás.
¿Sabrá acaso que todavía está ahí, los ojos esperando ver los suyos una última vez?
Tal vez es la ineptitud la que ha causado que probablemente todo sea ya demasiado tarde. Que el momento preciso pasó inadvertido al estarlo esperando tan 'pacientemente'. "Demasiado tarde", era la consecuencia cada vez más frecuente para todos sus problemas.
Ella preguntó que cuál sería el problema. El miedo, siempre el miedo, pero dejó de ser un miedo al rechazo, no, eso ya es concebible, entendible y hasta cierto punto sobrellevable... el miedo al final del día se reveló a sí mismo como la falta de confianza, pues esa era la única meta rescatable al final del día.
Ante la impotencia surgió la duda. Después de los aventones, la presencia, la disponibilidad, el siempre estar ahí, los dulces, los momentos, la compañía y todo lo demás; surgía. ¿Cuál es la expectativa? ¿Qué falta? ¿Qué más se puede hacer? ¿Qué falta por demostrar?
"¿Qué más quieres de mí?"
Y no habría negativa alguna, ni objeción posible ante cualquier respuesta.
¿Será que ella no lo sabe? ¿Acaso es eso lo que falta, las palabras? Y una vez más la estupidez y la cobardía se hacen presentes. Pero la incapacidad de incertidumbre de poder o no considerarse el destinatario de las palabras que ella suelta al aire frenan la voluntad, forman un nudo en la garganta y sólo exclaman un 'estúpido' para sus adentros.
De regreso a casa sólo se escuchaba 'El breve espacio en que no estás'. Todo se resumió en esperanzas, paciencia, miedos, dudas e incetidumbres. En conjunto impidiendo el escape de esas dos palabras que cada vez toman más significado y fuerza: 'Te Amo'.
Tuvieron que ser tragadas una vez más en seco, ante la certeza de que no existe reciprocidad todavía, ante el miedo de que nunca la habrá, ante el recuerdo de que Alguien sólo sentía 'mucho cariño' y poca confianza.
Al final y muy brevemente fueron expresadas en la forma de un árbol tallado en madera. Era él, que ahora, hundido de nuevo en una espera paciente por algún otro momento oportuno, se entregaba enteramente sin esperar ya nada a cambio. Sólo pedía de nuevo la confianza, no la quería de a gratis, pero ya no sabía qué más hacer para ganarla.
La falsa ilusión de que un trozo de madera sirviera más que las palabras, por temor a que éstas sólo atormentaran más su mente somnolienta y llena de otras tantas cosas, se iba desvaneciendo con la noche.
Hasta ahora ningún obsequio ha sido dado sin sentido alguno, no se destacaban por su valor material. Pero hoy especialmente, ese insignificante trozo de madera representaba más que cualquier otra cosa.
Pero el estúpido no supo qué más hacer, dejó sus palabras en otro lado y se fue a dormir con una esperanza entre los brazos y una ilusión bajo la almohada
[n o r b]

1 comentario:
no te tormentes tanto. y no creo que sea muy bueno interpretar gestos, caras, silencios y tocamientos a la percepción de uno y arriesgar fallarle a lo que realmente es... mejor pregunta. (técnicamente eso haces, inconscientemente, al escribir esto). jaja, NO, no te estoy psicoanalizando XP jeje.
no puedo decir que le fallaste del todo, pero... no sé. no es totalmente así. no sé. ahhh, nomás no sé! jajaja. estoy bien revuelta y además esta pata podrida se está llevando toda la sangre que debería estar circulando en mi cerebro y no puedo pensar bien jajaja.
yo sólo sé que te extrañé bastante y que de nuevo te agradezco bastantísimo el ride que me diste. todo un favor! =D thanks, thanks! neta. pero bueno, sabes que aquí se te quiere y ojalá se pueda hacer alguna juntadita por ahí que dure más de los 20 minutos que se hacen de mi casa a la udem :P que de hecho fueron como 15 porque esa no es hora de tráfico, jiji
besitos! xoxo, babai :]
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