La Carta [El Camino del Exceso]

Blog sin pretenciones, crudo y en directo... No pidan más.

13.3.07

De tí y de mí

Acabo de escribir el título de esta entrada sin la menor idea sobre qué voy a escribir.
¿Y acaso a alguien le importa? No, eso es lo maravilloso de este blog. Cada vez tengo menos gente que me lee, y puedo con mayor libertad dirigirme hacia ese 'selecto' grupo de ávidos aficionados a este espacio sin sentido. Y eso de no tener objetivo alguno para estos textos es lo que me da más libertad aún de poner en él lo que se me antoje. Eso es, señoras y señores, lo que me agrada de éste lugar.

Los comentarios ocasionales de algún desprevenido que se dejó llevar por mis palabras siempre son bienvenidos, pero en esta ocasión especial no me importarán. Pues es muy probable que no haya ninguno. No, no haré publicidad para esta entrada ni en mi msn ni en mi flog ni nada. Si llegaste aquí y estas leyendo este mugrero que hoy me dispongo a redactar, serás objeto de mi agradecimiento por el simple hecho de tomar un rato estas palabras, pues no serán palabras ligeras. No me refiero a que emplearé algún lenguaje muy rebuscado, ni términos técnicos poco accesibles al mundo común. Digo que éste será un texto algo denso primero que nada por el tono que tal vez para estas alturas ya se está dejando ver. Y porque no pondré fotitos ni dibujitos, no creo encontrar las imágenes adecuadas para esto.

Sí, hoy escribo como siempre desde mi computadora, en mi cuarto, escuchando la ópera de Roger Waters, como comunmente lo hago al escribir en el blog. Pero hoy es diferente, hoy no hay estadísticas estúpidas e inútiles, ni una canción dedicada a nadie, ni abordaré los temas de la música o la historia.

Probablemente ya hayas notado que escribo un tanto seco, sobrio, pudieras decir que amargado, aunque no es el término más correcto. Pero la sensación y los sentimientos que me invaden al pegarle al teclado son muchos y muy variados. Todo a punto de estallar por lo cual recurrí a descargar un poco de esa energía aquí.

Se podría decir que es la revoltura de desesperación, ansiedad, ira, celos, depresión, búsqueda, desorientación, decepción, preocupación, tristeza, soledad, desesperanza y alguna otra fuerza negativa que no logro identificar en estos momentos con claridad. La verdad es que no es tan malo como parece, pues no es la primera vez que me atormentan semejantes demonios.

El problema es que a diferencia de los demás ataques, que solucionaba simplemente poniendo mi mente en blanco, olvidando lo pasado y centrándome en alguna otra nueva actividad a realizar, el día de hoy no me siento con esa facilidad de pasarme todo esto por la entrepierna, por no decirlo de otra forma. Y eso se debe a que siento una responsabilidad renovada hacia mí mismo, mi vida y mi camino, ya no puedo dejar que estos detalles me lleven a la deriva sin que me importe un comino. Probablemente porque ya me he fijado nuevas metas, he levantado la cabeza un poco más y he logrado ver más lejos. Lo que ahora aparecen son nuevos obstáculos que si bien me pegan de la misma manera que los antiguos, no puedo darme el lujo de resolverlos de igual manera.

El nuevo horizonte que diviso es bello, deseable, y vale la pena luchar por él. La cuestión es que se trata de un territorio totalmente desconocido hasta ahora por mí, y lo que considero particular de mí y único de ésto no me permite considerar útil consejo alguno de otros viajeros que hayan pasado por alguna situación parecida.

La escuela es un pequeño gran obstáculo dentro del camino, no obstante, es totalmente superable contando ya con los incentivos adecuados. El problema es cuando ese principal estímulo es al mismo tiempo una meta que se divisa en estos momentos cada vez más lejos.
El punto principal, y que me despreocupa un poco es el hecho que la única verdadera carencia actualmente es de conexión y comunicación con la meta, mis ojos no la ven, mis oídos no la escuchan, mi nariz ya no percibe su escencia, mis manos no la sienten y se está esfumando el sabor que quedaba en la punta de los labios.

Tal vez sea sólo una cuestión temporal, los factores externos no han ayudado mucho, los exámenes, las juntas, trabajos y el retiro. Es sólo desde el viernes que comenzó a invadirme la duda y la impotencia. Pero no me puedo desligar de mi propia ineptitud y tengo que admitirla. Y aunque no espero justificarme de ninguna forma, esto es sólo para pedir comprensión, pues soy nuevo en estos andares.

Siempre había sido buen aventurero, con los años avanzaba atravéz de los nuevos años escolares, primaria, secundaria y prepa sin ninguna dificultad aparente, es la carrera la que ha frenado mi desempeño por alguna extraña razón. Es lo que me gusta, la ingeniería, pero no puedo discernir el por qué se me dificulta. Y no sólo eso, como lo dije, la escuela es el mayor de mis problemas, pero a la vez el que menos me preocupa. Mi desempeño externo se ve decaído por el vacío interno que me consume de cuando en vez.

Siempre me creí independiente, y encontraba las fuerzas suficientes para ejercer plenamente mi vida. He contado gracias a Dios, siempre con el apoyo de mis padres, hermanos y amigos. Carencias materiales no he padecido a lo largo de mis años. Pero conforme avanzo me encuentro a mí mismo dependiendo de pequeños detalles que se van apegando a mi vida. La computadora, el carro, la música, sólo por citar los ejemplos más superficiales. Pero también me encuentro dependiendo cada vez más de la amistad, del cariño, y de mí mismo.

Principalmente de mí mismo, antes no dependía tanto de mis acciones, ni tenían éstas tantas consecuencias en mi vida como ahora mismo. Asimismo es, no la dependencia, pero la necesidad a, o el apego de, alguna segunda persona lo que me empieza a pesar. Y es la carencia de ese alguien lo que más me comienza a punzar cuales agujas de un acupunturista chino de pacotilla.
Que reitero mi convicción por no buscar ya a sólo alguien más, a compañia pasajera. Y que el nuevo sentido de mi búsqueda que abre los ojos ante nuevas esperanzas es ya más fiel y decidido. Es este nuevo sentimiento más fuerte, y por lo mismo esta sujeto a mayores obstáculos y golpes más duros.

Después de todo sólo me queda intentar resistir, luchar y salir adelante. De no lograrlo sé que me esperarán episodios mucho más duros que éste, y la incertidumbre cabrá siempre al no depender esta odisea al cien por ciento de mí. Mis fuerzas están sobre la mesa, el no saber qué pasa del otro lado es siempre mi mayo tormento.

A fin de cuentas ésto ya sólo depende de tí y de mí.

[n o r b]

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sabes tal vez , lo que te comente; lo sepas en si...pero si no, es bueno decirtelo,en fin..., se dice que los primeros navegantes,en los momentos de incertidumbre, al ver solo, la nada, un mar inmenso de preguntas que de respuestas, miraron hacia el cielo, y ubicaron, aquellas estrellas, que, como ya lo has de saber, los guiaron , en esas noches de incertidumbre... y lo mismo , a mi parecer pasa en esta vida, solamente, hay que sabes en donde y cual estrella mirar...

Tal vez viejo amigo, lo que te acabo de escribir, haya legado muy tarde a tu vida, o lo hayas comprendido, con anterioridad, pero el punto en si al que quiero llegar, es que, la vrd, en estos ultimos meses, has cambiado para bien, y por la relacion que tu y yo tenemos, podria yo decirte, que has madurado mucho, y que poco a poco, has dejado de ser un simple espectador... y eso es bueno; espero que no me mal interpretes, y que mi comentario, sea util, y aunque no lo sea, recuerda, que este viejo olgasan amigo tuyo, siempre tiene tiempo, para pasear sin rumbo por monterrey, jeje
Cuidese y portese bien luego nos vemos...

RSP

JacquelineB. dijo...

O_O quitaste el de Alguien y Nadie...

jeje, yo pensé que ya lo ibas a dejar así y editarlo después o algo

*kiss

Él:

Mi foto
Estudiante de Ingeniería Mecánica, asiduo de la música, el cine y la fotografía.

Tiempos Pasados Siempre Fueron Mejores

Tiempos Pasados Siempre Fueron Mejores
¿o tal vez no?